¿Qué son las enfermedades de transmisión sexual (ETS)?

Son aquellas que se contagian por el contacto íntimo con una persona infectada, ya sea por vía vaginal, anal u oral. Se estima que cada día más de un millón de personas contraen alguna ETS en el mundo, lo que supone un grave problema sanitario y social. Algunas ETS pueden causar complicaciones graves y crónicas, como infertilidad, cáncer, daño neurológico o incluso la muerte. Por eso, es fundamental conocerlas, prevenirlas y tratarlas adecuadamente. Las ETS son infecciones causadas por diferentes tipos de microorganismos, como bacterias, virus o parásitos, que se transmiten por el contacto sexual con una persona infectada. Algunas ETS también pueden transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo o el parto.

Las ETS pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, como los genitales, la boca, el ano, la piel o los órganos internos. Algunas ETS producen síntomas evidentes, como dolor, ardor, picazón, secreciones, úlceras o verrugas en las zonas afectadas. Otras ETS pueden ser asintomáticas, es decir, no causar ningún signo visible de infección, pero igualmente pueden provocar daños a largo plazo o transmitirse a otras personas.

El diagnóstico de las ETS se basa en la historia clínica, el examen físico y las pruebas de laboratorio que detectan la presencia del microorganismo causante. El tratamiento depende del tipo de ETS y puede consistir en antibióticos, antivirales o antiparasitarios. Es importante seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento para evitar complicaciones o recaídas. También es necesario informar a las parejas sexuales sobre la infección y evitar tener relaciones sexuales hasta estar curado.

¿Cuáles son las ETS más comunes en Bolivia?

Según los datos del Ministerio de Salud de Bolivia, las ETS más comunes en la población sexualmente activa del país son las siguientes:

•  Clamidia: Es una infección bacteriana que afecta principalmente a los genitales y puede causar dolor al orinar, secreciones anormales, sangrado entre períodos o después de las relaciones sexuales, dolor pélvico o abdominal e inflamación de los testículos. Si no se trata, puede provocar infertilidad, embarazo ectópico o enfermedad inflamatoria pélvica.

•  Gonorrea: Es una infección bacteriana que afecta a los genitales, el ano, la garganta o los ojos y puede causar síntomas similares a los de la clamidia. Además, puede provocar fiebre, dolor articular o erupción cutánea. Si no se trata, puede causar infertilidad, embarazo ectópico, enfermedad inflamatoria pélvica o diseminación de la infección a otros órganos.

•  Sífilis: Es una infección bacteriana que se manifiesta en cuatro etapas: primaria (aparece una úlcera indolora en el lugar de la infección), secundaria (aparecen erupciones en la piel y mucosas), latente (no hay síntomas) y terciaria (afecta al sistema nervioso central y cardiovascular). Si no se trata, puede causar ceguera, demencia, parálisis o muerte.

•  Herpes genital: Es una infección viral que produce ampollas dolorosas en los genitales o el ano que se rompen y forman costras. El virus permanece latente en el organismo y puede reactivarse periódicamente por estrés, enfermedad u otros factores. No tiene cura definitiva, pero se pueden usar antivirales para aliviar los síntomas y reducir la frecuencia de los brotes.

•  Virus del papiloma humano (VPH): Es una infección viral que produce verrugas genitales o anales que pueden ser planas o en forma de coliflor. Algunos tipos de VPH pueden causar cáncer de cuello uterino, ano, pene o garganta. No tiene cura definitiva, pero se pueden usar medicamentos o procedimientos para eliminar las verrugas. Existe una vacuna que previene la infección por algunos tipos de VPH.

•  VIH/SIDA: Es una infección viral que ataca al sistema inmunitario y lo debilita, facilitando la aparición de otras infecciones oportunistas. El VIH se transmite por el contacto con sangre, semen, fluidos vaginales o leche materna infectados. Los síntomas pueden variar desde fiebre, dolor de cabeza, ganglios inflamados o pérdida de peso hasta enfermedades graves como tuberculosis, neumonía, meningitis o cáncer. No tiene cura definitiva, pero se pueden usar antirretrovirales para controlar la replicación del virus y mejorar la calidad de vida. El SIDA es el estadio más avanzado de la infección por VIH y se caracteriza por un recuento muy bajo de células defensivas (CD4) y la presencia de enfermedades oportunistas.

¿Cómo se pueden prevenir las ETS?

La mejor forma de prevenir las ETS es tener una conducta sexual responsable y segura. Esto implica:

•  Usar preservativo masculino o femenino en todas las relaciones sexuales, ya sean vaginales, anales u orales. El preservativo es el único método que reduce el riesgo de contagio de las ETS y el embarazo no deseado.

•  Limitar el número de parejas sexuales y elegir parejas que se hayan hecho las pruebas de ETS y tengan resultados negativos.

•  Evitar el consumo de alcohol o drogas que puedan alterar el juicio y la capacidad de tomar decisiones seguras.

•  Hacerse las pruebas de ETS periódicamente y ante cualquier síntoma sospechoso. También se recomienda hacerse las pruebas antes de iniciar una nueva relación sexual o al cambiar de pareja.

•  Seguir el tratamiento indicado por el médico en caso de tener una ETS y no interrumpirlo ni automedicarse. También se debe informar a las parejas sexuales sobre la infección y evitar tener relaciones sexuales hasta estar curado.

•  Vacunarse contra aquellas ETS que tienen vacuna disponible, como la hepatitis B o el VPH.

Conclusión Las ETS son un problema de salud pública que afecta a millones de personas en el mundo y puede tener consecuencias graves para la salud individual y colectiva. Por eso, es importante conocerlas, prevenirlas y tratarlas adecuadamente.


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